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| Foto. Daniel Ávila |
El reloj
marcaba 17:23 horas cuando comenzó la lluvia en el pueblo Culhuacan. Al
principio fueron gotas, pero al paso de los minutos se convirtió en pertinaz;
sin embargo, no fue pretexto para que las comparsas realizaran su tradicional
baile. Al son de la tambora, mujeres y hombres, de diversas edades, amenizaban
lo que a la postre sería el festejo por la presentación del Pergamino que
reconoce a Culhuacan como Barrio Mágico y Turístico del Distrito Federal.
La delegada
en Iztapalapa, Clara Marina Brugada Molina, arribó al punto donde se ubica lo
que fuera el primer molino de papel en América, para develar dos placas
alusivas, una, a la plaza donde se ubica el molino que data del siglo XVI, y la
otra que reconoce al Pueblo de Culhuacan como Barrio Mágico del Distrito
Federal.
La lluvia
había cesado –aparentemente-, por lo que se decidió presentar a las diversas mayordomías,
de los once barrios y otras presentes. Fue Marco Aurelio Valverde Huerta,
mayordomo en Culhuacan, y miembro del comité Pro Barrio Mágico Culhuacan, quien
tomó la palabra, de repente, la lluvia hizo presencia. Quienes llevaban
paraguas lo utilizaron, no faltó quien cubriera a la delegada.
El mayordomo,
a nombre de los habitantes del Pueblo de Culhuacan, dijo sentirse orgulloso porque
por primera vez en la historia del pueblo, Culhuacan está despejado de
ambulantes y algunas partes están adornadas y con fachadas recién pintadas.
Pidió a la
delegada apoyo –a pesar de que terminará su administración en pocos meses- para
que Culhuacan siempre se conserve digno de ser visitado. Y para que no quedara
duda de la grandeza del pueblo, recordó que ahí nació Acamapichtli, primer Tlatoani,
el primer rey mexica, y de él, el linaje de once reyes aztecas.
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| Foto. Daniel Ávila |
Después de
dos minutos de discurso, la gente se agolpó junto a las placas, éstas fueron
develadas tan rápido como se pudo, la delegada jaló la cortina y todos aplaudieron,
continuaba la lluvia. Ella encaminó hacia la avenida Tlahuac rumbo al Exconvento
de Culhuacan, lugar donde sería presentado el Pergamino, seguía lloviendo, pero
las comparsas (San Simón, San Francisco, Santa Ana y San Antonio) no se
amedrentaron y continuaron la fiesta.
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| Foto. Daniel Ávila |
La comitiva
siguió a la delegada, fotos, vivas, euforia, banda, seguía lloviendo. La parada
fue el majestuoso Exconvento, la gente ya estaba esperando un su silla, pero
con la gente que caminó junto a la delegada atiborró el espacio, había gente
acomodada en la parte de arriba de la escalinata, muchas cámaras fotográficas, algunas
de video, y tal vez una de televisión; enfrente, el lago, todo estaba dispuesto
para que Culhuacan recibiera el Pergamino. No recuerdo si seguía lloviendo.
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