Periódico Hojeando
Año 1. Número 6. Febrero 2014
Reportaje
Por: Edmundo López de la Rosa
El Canal Nacional es el único camino de agua vivo, construido por nuestros antepasados, desde el Eje 8 Sur (Calzada Ermita Iztapalapa), hasta la Basílica de Guadalupe. Habiéndose construido la Ciudad de México y los pueblos y barrios originarios en torno a lagos, canales y ríos, sólo este cuerpo de agua ha sobrevivido al exterminio ecológico al que hemos sometido la cuenca de México durante siglos.
Por su funcionalidad y ubicación, el más importante canal construido en la época prehispánica fue el Canal Nacional. De acuerdo a la cerámica atesorada por vecinos del barrio de San Francisco, Culhuacan, así como lo observado en las excavaciones realizadas para la cimentación del distribuidor vial Taxqueña y la construcción del muro de gavión del bordo poniente del canal en 2006, se tiene evidencia en los depósitos estratigráficos más antiguos, que desde el siglo cuarto antes de Cristo ya circulaban canoas por este camino de agua, con productos como vasijas de cerámica, maíz o frijol, lo cual nos muestra lo antiguo de la hechura del Canal Nacional.
Por su importancia para la vida económica, política y social, los españoles, sabedores de su grandeza, lo llamaron dentro de la ciudad la Acequia Real, y fuera de ella, desde la Ciudad de México a Mexicaltzingo, Acequia Real a Mexicaltzingo, y de éste al pueblo de Chalco, Acequia Real a Chalco.
En el siglo XIX, en un acto republicano, y para borrar todo rastro de títulos nobiliarios, se le llamó a todo el camino de agua la Acequia Nacional o Canal Nacional.
Fuente: https://www.facebook.com/periodico.hojeando
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