• 200 asistentes
• Buena convivencia: mamás, papás, abuelas y abuelos también corrieron.
Bartolo Mayor
17 de octubre de 2010. Ocho de la mañana, la calle desierta, apenas comienza el movimiento en la colonia, otrora, parte de las chinampas del pueblo Los Reyes Culhuacan (de Ganaderos a Árbol del Fuego y Alcanfores; y desde el Eje 3 Oriente a Canal Nacional)
Quince para las nueve, papás e hijos paulatinamente llegan a Maíz y Colorines, colonia Valle del Sur, punto de reunión para la competencia entre niños y niñas, todos vecinos de esta poligonal.
Las categorías: desde un año 11 meses hasta antes de los tres años de edad; la siguiente abarcó de tres a cuatro años, categorías donde los sexos compitieron mezclados. Las siguientes categorías: de cinco y seis años, siete y ocho, nueve y diez y 11 y 12 años de edad, los sexos corrieron separado.
Mientras se cerraba el registro, quienes llegaron temprano realizaban sus ejercicios de calentamiento, uno que otro pequeño sufría por el frío, pero nadie se quería quedar atrás y le daban al calentamiento.
Comenzó la primera categoría, más que competencia fue diversión (sana) para los asistentes, ver correr a humanos que apenas pueden permanecer en pie es muy gracioso. Le siguieron quienes ya caminan por sí solos pero que aún no entienden para qué sirve caminar; un niño se quedó parado algunos segundos a escasos centímetros de cruzar la meta, estaba feliz.
A partir de la siguiente categoría el entusiasmo creció la competencia se puso más reñida, pero aún no saben por qué y para qué. Al llegar a la meta todo participante recibió un jugo embotellado.
Conforme avanza la edad, niñas y niños son más audaces y rápidos, la competencia es real; quienes participaron saben que siempre alguien ganará, todos corrieron por llegar a la meta, nadie se rajó, todos terminaron y aceptaron la realidad, bien por todos.
Los tres primeros lugares de cada categoría y por sexo recibieron medalla, juguete y diploma de participación.
También los papás vieron acción, primero las mamás y luego los señores; le siguieron las abuelas y luego la contraparte.
La carrera, organizada por Alberto González Ibarra, recibió apoyo de familiares, amigos y vecinos para que la misma tuviera el éxito contemplado, lo tuvo.
A pocos metros de la meta una carpa daba sombra a varios vecinos, ahí recibieron una clase de bombón. La dinámica es parte del festejo del Día de Muertos que organiza Perla Salazar Cruz junto con su familia en la calle de Colorines, festejo que es una realidad gracias a la cooperación de varios vecinos.
La finalidad de salir de la casa es para apropiarnos de nuestros espacios y de nuestras calles; estamos convencidos que la integración comunitaria será más fácil y en beneficio de la propia comunidad.
Confiamos que de esta manera la autoridad vuelva los ojos y apoye a una comunidad integrada y con sentido de pertenencia, por ende, mejorarán los servicios y la calidad de vida de la colonia Valle del Sur.
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